La motivación del equipo: hitos y dinamizadores

La motivación del equipo es uno de los elementos que más preocupa a las empresas en estos momentos en los que el mundo laboral se ha visto profundamente afectado por la pandemia mundial del virus. Es clave conocer dónde pueda radicar el problema para aportar soluciones dinamizadoras, darle mayor agilidad a la empresa y volver al cauce de la normalidad.

Ante la actual situación, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), gobiernos, empresarios y directivos, tienen un papel decisivo en la lucha contra el brote. Son quienes han de velar por la seguridad de las personas, la sostenibilidad de las empresas y de los puestos de trabajo.

Sin embargo, son los departamentos de Recursos Humanos quienes han tenido y tienen aún hoy en día, un rol fundamental de las empresas. Ellos son los conectores de dirección y el equipo, viviendo en primera línea las alteraciones y desajustes que esta crisis ha provocado en los trabajadores.

Una de las mayores consecuencias que se ha podido observar en las empresas es la caída en picado de la motivación del equipo, ya que su seguridad/estabilidad se ha visto afectada. No obstante, existen varios factores que pueden medrar la motivación de la plantilla. Factores que pueden ser intrínsecos (propios de cada trabajador), y/o extrínsecos (producidos por elementos externos a la persona).

¿QUÉ ASPECTOS PERJUDICAN LA MOTIVACIÓN DEL EQUIPO?

Entre los muchos factores que pueden influir en la falta de motivación del equipo, se destacan cinco que hacen medrar la motivación de los empleados.

1. Falta de crecimiento y desarrollo profesional

Esto sucede en trabajadores que llevan tiempo en la misma empresa, en el mismo puesto de trabajo, realizando día tras día las mismas tareas y además no ven que esa situación vaya a cambiar. Esta dinámica tan monótona les lleva a acudir al trabajo sin ilusión.

2. Clima laboral poco favorable

En las empresas ocurre algo parecido a lo que ocurre en el colegio. Algunas personas encajan bien y llegan a hacer “amigos” pero otras no encajan y eso les puede afectar. En el peor de los casos, se pueden encontrar compañeros con actitud poco amistosa, ya que no han llegado a empatizar con la otra persona. Además, una suma de causas extrínsecas provocadas por una mala gestión de dirección, afecta también al clima.

[bctt tweet=»Solo hay algo peor que formar a tus empleados y que se vayan… No formarlos y que se queden – H. Ford» username=»@grupoifedes»]

3. Escasez de formación

En muchas empresas es prioritaria la productividad, el hacer continuamente, pero eso no siempre es lo mejor. Hay trabajadores que tienen que formarse sobre la marcha lo que provoca un sentimiento de desubicación, desapego con la empresa y desmotivación. Es clave contar con un proceso de formación como vía de aumento de lealtad, efectividad y producción. Como decía Henry Ford: “Solo hay algo peor que formar a tus empleados y que se vayan… No formarlos y que se queden”.

4. Comunicación deficiente con los supervisores

En ocasiones, los empleados no encuentran los canales adecuados para comunicarse con sus supervisores. Puede darse, también, la circunstancia de que la directiva ejerza una comunicación demasiado vertical y poco cercana con el equipo, lo que origina inseguridad e incluso miedo a la hora de sugerir algo.

5. Desequilibrio entre la vida personal y la profesional

Con la llegada del teletrabajo, muchos trabajadores han visto cómo su jornada laboral se desbordaba más allá de las horas establecidas. El problema radica en el desequilibrio entre la vida personal y la profesional, uno de los riesgos de esta forma de trabajo en la que no se separan los dos ámbitos. Al final, nos encontramos con picos de estrés y falta de motivación del equipo.

Las consecuencias de esta desmotivación pueden llegar al absentismo laboral, baja productividad, desvinculaciones y el peligro de que se cree una mala reputación de la empresa porque los que se han marchado hablen mal de ella. Ante este escenario, el departamento de Recursos Humanos debe tener armas suficientes para restaurar la motivación de la plantilla por el bien de la empresa.

 

SOLUCIONES A LOS PROBLEMAS DE MOTIVACIÓN DE LOS EMPLEADOS

Un trabajador desmotivado no es irrecuperable; de hecho, es probable que su estado de ánimo cambie si desde Recursos Humanos y la empresa se buscan soluciones.

1. Ofrecer un plan de desarrollo profesional

Para ofrecer un plan de desarrollo profesional se deben valorar las capacidades de los trabajadores e irles asignando nuevas responsabilidades. También hay que estudiar si es posible una cierta rotación, de tal manera que cada empleado conozca mejor la empresa y lo que hacen sus compañeros.

2. Comunicación eficaz

La comunicación efectiva tiene que darse tanto en sentido vertical como en sentido horizontal.
Las relaciones en sentido horizontal deben ser cercanas de tal forma que todos los trabajadores estén al tanto de las actividades de la empresa y se fomente su participación. Así, también serán menos resistentes a los cambios.

También es importante la comunicación vertical, que debe ser fluida. Para ello, los trabajadores deben ver a los líderes como fuentes de inspiración, cercanos y accesibles. De todas formas, conviene recordar que el primer elemento que contribuye a una comunicación eficaz es la escucha. Para que un trabajador quiera comunicarse ha de sentirse escuchado. Si no se siente así, no tendrá ganas de comunicarse con los demás.

3. Reconocimiento

Una de las mejores técnicas de motivación y que funciona para cualquier trabajador es el reconocimiento a su buen trabajo. Este reconocimiento lleva implícito un refuerzo positivo y gracias a él los empleados se sentirán parte de la empresa y motivados desarrollando sus actividades.

4. Plan de formación

Muchos trabajadores se sienten estancados porque no se forman. Por eso es tan importante que desde Recursos Humanos se diseñen planes de formación. La formación continua contribuye al avance de las carreras profesionales mediante la asimilación de nuevos conocimientos. Dichos conocimientos que deben adquirir los empleados serán relacionados con la empresa, ya que continuamente se cambian los procedimientos. También hay otras habilidades y competencias que son necesarias para las tareas diarias como idiomas, liderazgo, trabajo en equipo, negociación, etc.

En definitiva, hoy en día, los responsables de recursos humanos tienen que saber cómo incentivar la motivación del equipo, cómo ser más activos y proactivos que nunca, y cómo liderar el cambio y la transformación de la estrategia de negocio y de la empresa.

Carla Pascual

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