La sucesión en la empresa familiar es uno de los quebraderos de cabeza más importantes que tienen los propietarios de compañías de este tipo. Una pieza clave para la profesionalización de la propiedad no gestora de la empresa familiar es incorporar a las nuevas generaciones en los órganos de gobierno de la empresa mediante la figura del pre-consejero?, ha señalado Tomás Guillén, socio director de Ifedes, quien ha sido el encargado de hablar de esta figura en el desayuno organizado por Ivefa bajo el título. La figura del pre-consejero y la transición en la propiedad de la empresa familiar?, celebrado en la sede de la Cámara de Comercio de Valencia.Tomás Guillén ha hecho especial hincapié en la importancia de incorporar un pre-consejero en la empresa como la figura natural para la profesionalización de la propiedad y su transición en la empresa familiar, proceso que no solamente debe producirse en la dirección de la empresa, sino también en la propiedad y su participación en el Consejo de Administración.
A lo largo del desayuno, los empresarios familiares han conocido qué perfil debe tener el pre-consejero, además de ser de la familia, para lograr el éxito en su posterior incorporación a la empresa familiar. Algunos de los principales requisitos que este pre-consejero debe tener son: formación universitaria, máster MBA centrado en el ámbito empresarial, visión general empresarial, conocimientos específicos en análisis económico-financiero, experiencia laboral interna y externa, entre otros.
Además, el socio director de Ifedes ha señalado la importancia de que este futuro consejero de la empresa familiar tenga habilidades como “pensamiento estratégico, liderazgo para el cambio, comunicación, negociación, pensamiento analítico, planificación y organización, colaboración, construcción de relaciones comerciales, búsqueda de información, relaciones públicas, y capacidad de aprendizaje”.
Del mismo modo, Tomás Guillén ha resaltado la necesidad de desarrollar una visión estratégica que potencie el desarrollo de nuevos modelos y rompa paradigmas que limitan la capacidad de generar valor añadido en los procesos de gestión. “Para desarrollar convenientemente la transición en la empresa, es necesario estructurar el ámbito de toma de decisiones de una forma clara en la empresa”, ha señalado.
El experto de Ifedes ha señalado tres órganos bien diferenciados y con roles separados que ayudarán a profesionalizar la empresa familiar y a hacerla exitosa en segundas y sucesivas generaciones: EL Consejo de Administración, el Comité de Dirección y el Consejo de Familia.
Así, el El Consejo de Administración es el órgano de gestión, cuya función primordial es conducir la estrategia de la compañía. El Consejo debe configurarse básicamente como un instrumento de seguimiento del modelo de negocio, dirigido a alinear los planes de quienes gestionan la empresa con los intereses de quienes aportan los recursos y soportan el riesgo empresarial.
El Comité de Dirección es donde el gerente, jefe ejecutivo principal de la empresa, es el responsable de integrar al resto de directivos en la consecución del objetivo común. Es el lugar en donde se ofrecen oportunidades a los directivos para participar en la formulación de la estrategia y en el control de su implantación.
Por último, el Consejo de familia es el órgano en el que la familia debate y aporta soluciones sobre los temas que afectan a su relación con la empresa. Es el foro en el que los miembros de la familia empresaria se reúnen para debatir, valorar, consensuar y trasladar a la empresa sus inquietudes.