Caso de éxito

Productividad y motivación retributiva, dos herramientas esenciales para el modelo de competitividad actual

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Hace 15 años se fundó una empresa que centraba su actividad en el outsourcing de servicios para proveedores del sector de automoción, basando su valor añadido en la flexibilidad y un elevado sentido de la responsabilidad.
Su visión de negocio y afán de servicio le permitió crecer en sus foros actuales y en los naturales, gracias a sus tres grandes principios:

Cubrir las necesidades del cliente.
La mejora continua.
Asumir actividades productivas con poca competencia pero de demanda creciente.

OBJETIVOS DEL PROYECTO

La necesidad de competir mejor requiere que la productividad se mantenga a unos estándares muy altos, por lo que las empresas necesitan disponer de información a corto plazo que les permita tomar decisiones rápidas y efectivas. En 2012 la Dirección General nos manifestó la necesidad de mejorar la productividad de su personal dadas las nuevas exigencias de los mercados en los que desarrolla su actividad. Tras un par de reuniones con los equipos directivo y técnico y unas visitas a planta para recabar información in situ imprescindible para el correcto enfoque del proyecto de consultoría, optamos por presentar una propuesta formulada en dos etapas: una fase inicial relativa a la mejora de la productividad en los procesos de valor, y una segunda dirigida a la definición del sistema de remuneración variable condicionada a dicha mejora de la productividad.

IMPLANTACIÓN

Iniciar un proyecto de este tipo, siendo una solución eminentemente técnica, requiere el consenso de todos los implicados pues, queramos o no, el temor a los cambios es algo innato en el ser humano. Por ello, el primer paso de la meticulosa planificación fue la reunión con los representantes de los trabajadores, sindicatos incluidos, y tras transmitirles claramente el objeto, las fases y los resultados a los que iba dirigido el proyecto, y no sin tener que limar asperezas y aclarar resquemores, logramos contar con su total implicación. A partir de ese momento el equipo de consultores se dividió en dos grupos uno que actuó sobre los procesos y el segundo, que una vez dispuso de los resultados del primer grupo, procedió a actuar sobre los procesos administrativos y laborales ligados a la remuneración, siguiendo los siguientes pasos:

Definición de áreas de trabajo, creación de responsabilidades y orientación a gestión de proyectos.
Generación de indicadores de gestión e implantación de un sistema de objetivos vinculados a la retribución.
Creación de un cuadro de mandos para la gestión y seguimiento del proceso.

a) Análisis y diseño del sistema de indicadores de productividad en base a varios criterios:

Suponían un alto porcentaje de la facturación.
Tienen un mayor volumen de fabricación.
Tenían etapas de fabricación complejas.
Eran representativos para todas las secciones de la empresa.

b) Sistema de retribución variable:

Identificar la relación orgánica de los puestos a los cuales se les iba aplicar los principios de remuneración variable.
Definir la cantidad de variable a asignar a cada Puesto de Trabajo.

RESULTADOS

Con todo ello, el resultado final de este proyecto fue:

Ratificación / corrección de los métodos operativos.
Actualización de los valores de los procesos de valor de la organización a actividad normal y los exigibles a actividad óptima.
Desarrollo un cuadro de mando de indicadores de productividad actualizado y mejorado, y asumido por todos los implicados.

Aumento de la productividad de la planta de producción gracias a la implantación de los nuevos valores estándar y a su seguimiento, corrección y mejora a través del sistema de indicadores ligados a los procesos.
Incentivar al personal a través de un sistema racionalizado de indicadores ligados a su productividad y esta a una remuneración variable.