No se trata sólo de realizar un Protocolo Familiar, ni la simple transmisión patrimonial de las acciones, lo importante es realizar un plan a 3-5 años que garantice con planificación el éxito del proceso de sucesión. Donde se estructuren realmente y se dinamicen los órganos de gobierno y se cree un consolidado Consejo de Administración que adecuadamente tutelado pueda ser el órgano que formule la estrategia a través del Plan Estratégico de Sucesión.