Una de las bases sobre las que se sostiene el desarrollo de la pequeña empresa reside en su equipo. Por eso, ofrecer oportunidades de crecimiento es una de las claves para fidelizar al equipo, conectar con él, y generar mayores ventajas competitivas respecto a las grandes empresas.
La competitividad de una empresa no puede basarse únicamente en el desarrollo de las condiciones físicas tangibles (maquinaria, herramientas, equipos, etc.), sino que deben priorizarse las oportunidades de crecimiento traducidas como cambios en las condiciones de trabajo, las relaciones y actitudes entre los miembros de la organización.
Cierto es que en las pequeñas empresas una especie de ventaja competitiva respecto a las grandes empresas es la familiaridad de las relaciones interpersonales y la sencillez de su estructura organizativa, pero al mismo tiempo, esta ventaja puede convertirse en un inconveniente.
Según la red profesional LinkedIn, la principal inconformidad de los empleados actuales está relacionada con la falta de oportunidades para avanzar (45%), descontento con el liderazgo 41%, desaprobación del ambiente de trabajo 36% y encontrar un trabajo más desafiante 36%.
Es decir, las exigencias actuales de los empleados evidencian carencias que se acentúan en la estructura y organización del trabajo en las pequeñas empresas:
- La desconexión entre la especialización del empleado y la realidad de su puesto (que principalmente le requerirá la multitarea o polivalencia), y
- La falta de una guía, itinerario profesional y/o plan de carrera interno en la empresa.
Tal y como ya hablamos en el artículo «El desarrollo profesional como ventaja de la PYME«, todo ello nos hace garantizar que, si la pequeña empresa no es capaz de generar planes de carrera atractivos para sus trabajadores, corre el riesgo de perderlos y/o no encontrarlos en el futuro.
CUESTIONARNOS QUÉ PODEMOS HACER
Y en este punto es cuando, como directivos y gerentes de PYMEs, debemos cuestionarnos lo que podemos hacer:
- ¿Será suficiente una mayor capacitación del trabajador que aumente su competencia laboral y eleve su productividad para atraerle y retenerle?
- ¿Será necesario introducir una nueva cultura de capacitación, que modifique y desarrolle no sólo conocimientos y habilidades, sino sobre todo actitudes nuevas de los trabajadores para comprometerles?
- ¿Cómo deben, entonces, las pequeñas empresas diseñar y poner en práctica programas de capacitación y desarrollo profesional para la fidelización del talento interno?
Mientras la capacitación en la empresa busca mejorar el rendimiento de los trabajadores en el presente, los programas de desarrollo de personas pretenden desarrollar capacidades para puestos o trabajos futuros.
PASOS PARA FACILITAR OPORTUNIDADES DE CRECIMIENTO EN LA PYME
Facilitar las oportunidades de crecimiento es una estrategia clave para la pequeña empresa si pretende sobrevivir en un entorno cada vez más competitivo y global. Por eso, es clave contar con una serie de pasos que nos permitan, no solo favorecer el desarrollo de las personas, sino también tener un crecimiento sostenido y sostenible:
- Formar una cultura de identidad empresarial basada en los valores de productividad y calidad en el puesto de trabajo (alto desempeño).
- Analizar las necesidades que a nivel productivo o de negocio se están requiriendo: Sólo así se está en condiciones de planificar los itinerarios profesionales de los empleados y con ello hacer viable las oportunidades de carrera en la pequeña empresa.
- Aplicar programas de desarrollo creativos y específicos para las necesidades del trabajador y de la pequeña empresa, basado en modelos de competencia.
- Confiar en que el generar altos desempeños y oportunidades de carrera es una tarea de equipo: Todos, empezando por la propiedad/directiva, deberán estar comprometidos y apostar por la promoción de actitudes proactivas que hagan posible diseñar el futuro que se quiere para los empleados y para la empresa.
En Grupo IFEDES tenemos una amplia experiencia trabajando por la actualización del sistema de desarrollo de personas especialmente en pequeñas y medianas empresas con dos objetivos:
El primero, organizar y flexibilizar los planes de carrera, y el segundo, que la gestión y metodología que se aplican al diseño del itinerario profesional respondan a las necesidades objetivas del negocio.
La generación de oportunidades de crecimiento profesional en la pequeña empresa debe ser vista como un conjunto de articulaciones de las diferentes políticas de productividad, calidad, recursos humanos, sistemas de desarrollo e innovaciones en la organización del trabajo. Por eso, aterrizar estas principales claves es fundamental en el desarrollo de la propia compañía. Un tema del que hablaremos ampliamente en el desayuno de trabajo del próximo 13 de junio en Grupo Ifedes. ¿Nos acompañas?
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