Actualmente la capacidad para adaptarse a los cambios es una de las competencias más demandadas por los reclutadores, y es que, si hay algo que hemos tenido que hacer estos dos últimos años, ha sido adaptarnos.
Sin embargo, está necesidad de adaptación no es nada nuevo, si echamos la vista atrás, la forma de funcionar de las empresas ha dado un giro de 180 grados. ¿Recuerdas cómo era una oficina hace veinte años? En esa época el papel era el gran protagonista, utilizaban agendas de papel, los archivos se guardaban en carpetas físicas y los empleados se desplazaban constantemente para reunirse con sus clientes.
Con el paso de los años, y sin duda tras el impacto de la pandemia, la era digital se ha instaurado en nuestras metodologías de trabajo. Ahora muchos de nosotros recurrimos a calendarios digitales que podemos consultar desde nuestro teléfono móvil para organizarnos la semana, almacenamos documentos en la nube y celebramos reuniones virtuales diarias. Todos estos avances han conseguido una gestión ágil para todas aquellas empresas que han decidido subirse a este tren.
Detrás de esta digitalización se esconden una serie de cambios sociales, políticos y económicos de los cuales solo hemos visto la punta del iceberg, pero que configurarán y continuarán cambiando el panorama laboral de las próximas décadas.
Por ello, contar con equipos capaces de afrontar este nuevo escenario que se dibuja ante nosotros es determinante. Su predisposición al cambio hará que tu empresa pueda responder con una actitud flexible, pero resiliente al entorno volátil. A lo largo de este artículo vamos a tratar como la adaptabilidad al cambio puede marcar la clave del éxito de una organización.
Pero antes de adentrarnos en este campo, ¿qué es la adaptabilidad al cambio?
La adaptabilidad o gestión del cambio consiste en la capacidad de responder con flexibilidad a los cambios que ocurren en el entorno y adaptarse con facilidad a nuevas realidades. Actualmente es una de las soft skills más demandadas en el mercado, siendo la segunda habilidad mas demandada por las grandes empresas.
Esta adaptación puede ser tanto digital, como cultural o social. La digitalización masiva y la globalización convierten la adaptabilidad en indispensable en nuestros espacios laborales.
A la hora de seleccionar los nuevos miembros que se incorporarán a nuestra empresa, debemos tener en cuenta una serie de comportamientos que identificamos con aquellos perfiles más propensos a encajar los cambios con mayor flexibilidad:
- Actitud positiva: cuando ocurren cambios en el trabajo, la persona reacciona positivamente ante ellos e intenta adaptarse con naturalidad a la nueva situación.
- Escucha activa: la capacidad de escuchar atentamente tanto a sus responsables como a sus compañeros de equipo. De esta manera, cuando le advierten de un cambio y de la necesidad de abrazarlo, lo interpreta como una oportunidad de crecimiento profesional.
- Capacidad resolutiva: es capaz de solucionar rápida y efectivamente cualquier incidente que pueda surgir durante el desempeño de sus funciones.
- Flexibilidad: demuestra una mente abierta y encaja en su rutina con rapidez nuevos procedimientos o herramientas de trabajo
Charles Darwin lo definió muy bien cuando dijo aquello de que no es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio. Y sin duda tenía toda la razón. Actualmente podemos observar en nuestro entorno como son las empresas flexibles y ágiles en la adaptación a los nuevos y grandes cambios que nos presenta la evolución, aquellas que surten a flote y salen reforzadas, de todo aquello que para muchas otras se convierte en un obstáculo.
Pero ¿cómo puedo conseguir que mi equipo sea adaptable al cambio?
En este punto es interesante recordar el proverbio “Dale un pez a un hombre y comerá hoy, dale una caña y enséñale a pescar y comerá el resto de su vida”.
No es tan importante enseñar al empleado a usar una determinada herramienta en un momento concreto, por ejemplo, sino más bien darle las herramientas personales de manera que en los sucesivos cambios que experimente la organización, pueda incorporarlos en su rutina con cierta flexibilidad.
Para ello es importante fomentar un clima de adaptabilidad en la empresa, no sólo captando el talento más flexible, sino también formando esa capacidad en tus empleados. Para ello es importante:
1. Cultiva la curiosidad en la empresa
Una persona curiosa es una persona inconformista. Este perfil es uno de los que aporta mayor valor a las empresas, puesto que es el más creativo cuando aparecen cambios imprevistos.
Para promover una cultura empresarial con la curiosidad como eje principal puedes llevar a cabo varias acciones: desde crear una biblioteca con libros de temas diversos, hasta disponer de un canal interno para compartir artículos de interés sobre vuestro sector.
2. Invierte en la formación de tu plantilla
Es importante que en la empresa se fomente una cultura de aprendizaje, ya que en realidad estaremos entrenando una mirada abierta hacia los cambios.
Para fomentar un clima de aprendizaje en la organización, puedes establecer un diálogo con tus equipos en el que, por una parte, ellos te expongan sus necesidades o deseos de aprender y, por otra, la empresa ajuste estas necesidades a los objetivos corporativos.
Un método muy interesante es promover y facilitar la participación de los empleados en webinars, así como su asistencia a congresos. De esta forma, además de sentir que crecen como profesionales, estarán aportando valor a la empresa.
3. Promueve la inteligencia emocional, la escucha activa y la empatía de tus trabajadores
Las personas con una mayor sensibilidad para captar las emociones de su entorno demuestran modular mejor su comportamiento según lo requiera la situación.
¿Cómo podemos hacer para fomentar la inteligencia emocional? Gendinámicas de equipo como team buildings es una buena opción.
4. Impulsa la motivación personal de cada empleado
Desde las posiciones directivas debemos conocer cuáles son las motivaciones de nuestros equipos. Puedes plantear reuniones cada semestre con miembros de tu plantilla para conocer las respuestas a preguntas como: ¿por qué te gusta trabajar con nosotros?, ¿cómo te ves dentro de unos años en la empresa?
Como ves, la capacidad de adaptación de tu empresa es la mejor respuesta que tienes contra la incertidumbre que rodea el entorno laboral. Más allá de facilitar el aprendizaje de nuevos sistemas de trabajo en tu plantilla, estarás entrenando una actitud positiva hacia el cambio.