Según la Comisión europea la RSE es la responsabilidad de las empresas por su impacto en la sociedad por tanto, las empresas pueden ser socialmente responsables de dos formas:
- Integrando los derechos sociales, medioambientales, éticos, de los consumidores y humanos en su estrategia de negocio y operaciones.
- Siguiendo la ley.
Para valorar el comportamiento socialmente responsable de una empresa es necesario analizar tres dimensiones entorno las que gira el concepto de desarrollo sostenible:
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Dimensión económica:
- Obligaciones legales
- Buen gobierno
- La política de retribución
- Inversiones y rentabilidad
- Distribución de beneficios
- Costes de producción
- Gestión de proveedores
- Condiciones de pago
- Cumplimiento de condiciones
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Dimensión ambiental:
- Política Ambiental
- Sistema de Gestión Ambiental
- Indicadores de consumos
- Residuos
- Vertidos
- Contaminación del aire
- Ruido
- Envases y embalajes
- Certificación ambiental
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Dimensión social:
- Política de Seguridad y Salud Laboral
- Prevención de Riesgos Laborales
- Participación de los trabajadores
- Igualdad de oportunidades
- Colectivos desfavorecidos y/o en riesgo de exclusión de social
- Conciliación de la vida laboral y personal
- Quejas, reclamaciones y sugerencias de los clientes
- Códigos de conducta o carta de servicios
- Colaboración con proyectos sociales
- Contratación de proveedores locales
¿Tengo obligación de elaborar un Informe de RSE?
La Ley 11/2018 de información no financiera y diversidad en España introdujo la obligación de informar sobre “la evolución, los resultados y la situación del grupo, y el impacto de su actividad respecto, al menos, a cuestiones medioambientales y sociales, al respeto de los derechos humanos y a la lucha contra la corrupción y el soborno”. Esta ley es aplicable para las empresas que tengan consideración de entidades de interés público con más de 250 trabajadores (desde 2021) y que durante dos ejercicios consecutivos tengan activos superiores a 20 millones de euros o una cifra anual de negocios superior a 40 millones de euros
Sabiendo esto, la RSE puede parecer un asunto del que solo tienen que preocuparse las grandes empresas. Pero, como consecuencia de los cambios sociales y laborales de los últimos años, así como de la relación con el entorno y los clientes, para cualquier PYME debería ser un punto clave en su negocio. Seguir una estrategia de RSE beneficia a la PYME tanto a nivel interno como externo, provocando una mejora indirecta de los resultados de la empresa.
Beneficios obtenidos de llevar a cabo una estrategia de RSE:
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Internamente:
- Refuerza la cultura empresarial, mejorando el compromiso y la motivación de los empleados y por tanto, la productividad.
- Ayuda a atraer y retener talento
- Mejora el clima laboral, incidiendo directamente sobre la productividad
- Reduce costes operacionales
- Permite obtener desgravaciones fiscales
- Mejora la comunicación interna e involucra a los empleados en el desarrollo del negocio
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Externamente:
- Mejora la imagen y reputación de la empresa lo que atrae nuevos clientes y fideliza a los actuales
- Mejora la relación con el entorno social
- Posiciona y diferencia la marca de la competencia
- Mejora las relaciones con los agentes públicos
En conclusión, las PYMEs por definición no están obligadas a elaborar un informe de RSE, no obstante, pueden adoptar una estrategia de RSE de forma voluntaria y elaborar dicho informe anualmente. Los beneficios asociados a la RSE incrementarán su competitividad y posicionamiento en el mercado, poniendo en valor su compromiso con el desarrollo social.