Mucho se ha escrito sobre la retención de talento en Logística y Operaciones a través del cuidado de los equipos. Variables como la conciliación, desconexión digital, integración, alineación de valores profesionales y personales, desarrollo y crecimiento, son algunos de los aspectos más valorados entre los colaboradores de nuestros equipos. Sabemos que, en función del cumplimiento de los mismos, conseguiremos en ellos mayor motivación que derivará en un mayor interés y mejor cumplimiento de objetivos. Pero…… ¿qué pasa con los que estamos al mando de la toma de decisiones y debemos mantener constantemente el control cognitivo?, ¿qué podemos o más bien, debemos hacer para seguir en primera línea cada vez con menor esfuerzo y mayor control? En el mundo empresarial actual, los directores debemos enfrentarnos a un entorno competitivo y exigente que requiere una toma de decisiones efectiva y ágil. Para tener éxito en este entorno, es fundamental fortalecer el control cognitivo, que es la capacidad de mantener el enfoque y el autocontrol. La corteza prefrontal, una región del cerebro responsable de las funciones ejecutivas, juega un papel clave en el control cognitivo. En estas líneas, exploraremos algunas actitudes favorecedoras que nos van a ayudar en nuestro desempeño directivo.
Una de las actitudes favorecedoras es la práctica de la atención plena y la meditación. Estas técnicas han demostrado mejorar la concentración, reducir el estrés y promover la claridad mental. Al dedicar unos minutos al día a la meditación, podemos entrenar nuestra corteza prefrontal, fortaleciendo su capacidad para estabilizar y mantenerse enfocados en medio de las distracciones y la presión.
Además, una alimentación saludable y el ejercicio regular también desempeñan un papel crucial en el control cognitivo. Una dieta equilibrada, rica en ácidos grasos omega-3, antioxidantes y vitaminas B, proporciona los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del cerebro. Asimismo, la actividad física regular mejora la circulación sanguínea, aumenta el flujo de oxígeno al cerebro y estimula la liberación de endorfinas, lo cual favorece un estado mental óptimo para la toma de decisiones.
La gestión efectiva del tiempo y el establecimiento de metas realistas, son elementos fundamentales para mantener el control cognitivo. Así que, si queremos dirigir adecuadamente, debemos aprender a organizar y priorizar las tareas, evitando la sobrecarga cognitiva y el agotamiento. Además, el establecimiento de metas claras y alcanzables proporciona un sentido de dirección y enfoque. Para fortalecer y entrenar una gestión efectiva del tiempo, es fundamental comenzar por una planificación adecuada. Por lo que debemos aprender a establecer metas claras y realistas, desglosarlas en tareas más pequeñas y asignarles plazos adecuados. Utilizar herramientas como agendas, listas de tareas y aplicaciones de gestión del tiempo puede ser de gran ayuda para organizar y seguir un plan estructurado. Es importante identificar las tareas prioritarias y dedicarles tiempo y atención adecuada, evitando la procrastinación y enfocarnos en las actividades que tienen un mayor impacto en los objetivos establecidos. Delegar tareas cuando sea posible también puede ayudar a liberar tiempo y recursos para trabajar en aspectos estratégicos y de mayor importancia. Este camino facilitará la flexibilidad y adaptabilidad al cambio.
El desarrollo de habilidades sociales y de comunicación también requiere entrenamiento constante. Una forma efectiva de fortalecer estas habilidades es a través de la práctica activa. Los directores debemos buscar oportunidades para participar en actividades de colaboración, como grupos de trabajo o proyectos conjuntos, donde podemos interactuar y comunicarnos con diferentes personas, incluso desarrollar habilidades de liderazgo. Además, recibiremos retroalimentación constructiva y tenemos que estar dispuestos a mejorar y aprender de cada experiencia, dado que esto es clave para perfeccionar las habilidades sociales y de comunicación. Además, esto nos reforzará el desarrollo de la inteligencia emocional, lo que contribuirá a un control cognitivo efectivo. Dentro del apartado de habilidades sociales, no debemos olvidar el Networking y aprendizaje colaborativo, aprovechar oportunidades para asistir a conferencias, participar en grupos de discusión o formar parte de asociaciones profesionales relevantes serían ejemplos de operativización del refuerzo del control buscado.
En resumen, las actitudes favorecedoras mencionadas anteriormente fortalecen y estimulan el funcionamiento de la corteza prefrontal, mejorando las funciones ejecutivas y el control cognitivo en general. Al practicar la atención plena, seguir una alimentación saludable, realizar ejercicio periódico, gestionar el tiempo de manera efectiva, desarrollar habilidades sociales y de comunicación, así como manejar el estrés, se promueve el óptimo rendimiento de la corteza prefrontal, permitiéndonos tomar decisiones más acertadas con las variables necesarias claras para hacerlo: razón, refuerzo y emoción, dado que tendremos información correcta y poco ambigua, nos permitirá analizar cada una de las opciones posibles, anticipar cualquier consecuencia de la decisión que vayamos a tomar, evitando que alguna sea tomada de forma exclusiva desde emociones intensas como la ira o el pánico, manteniendo siempre el control y además el bienestar.
Oscar Cuesta
Desarrollo de Personas y Procesos