Descubre cómo elaborar un plan estratégico y porqué es esencial para la buena marcha de cualquier empresa. En él se establecen la posición, los objetivos y acciones que realizará la organización en el mercado. Sin embargo, hay que crearlo siguiendo una serie de pasos para evitar cometer errores. A continuación se repasan los más importantes.
Claves para trazar un plan estratégico paso a paso
Existen diferentes metodologías que responden a la duda de cómo elaborar un buen plan estratégico. Cada una de ellas aborda el proceso de una forma diferente, pero siempre enfocándolo a conseguir resultados. Disponer de una forma sencilla de abordar este proceso permitirá crear este documento rápidamente y sin problemas.
1. Análisis del entorno y de la organización
En este primer paso se busca comprender el mercado, que es el entorno en el que está inmerso la empresa. Se tienen en cuenta aspectos como las políticas que afectan al sector, el estado de la economía o las tecnologías que más impacto están teniendo. De esta forma, se conocen los factores externos que están afectando a la organización.
Además, hay que conocer el funcionamiento y tener en cuenta el estado de la propia empresa. Se analizarán sus últimos resultados, los problemas internos que afecten al funcionamiento y qué objetivos se están persiguiendo en la actualidad.
2. Definición de las líneas estratégicas
Antes de nada cabe responder a la pregunta de «a ¿ qué llamamos estrategia?». Se trata de diseñar una serie de acciones para conseguir un fin determinado. En este sentido se definen las líneas generales en las que se moverá la empresa: estas han de contar con unos objetivos claros, el propósito del negocio, la visión del CEO, actividades concretas y formas de comprobar los resultados.
Los objetivos son el punto clave de este paso. Sin ellos el plan no tendría sentido, ya que no se estaría buscando obtener un resultado concreto. Además, tienen que ser medibles, realistas y orientados a diferentes áreas: finanzas, clientes o trabajadores.
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3. Priorizar acciones y objetivos
No basta con establecer los objetivos y sus correspondientes acciones, hay que priorizar su ejecución. Unos serán más importantes que otros, en función de las necesidades de la empresa. De ese modo se pretende establecer un orden que garantice una distribución de los recursos.
Así se actúa de forma ordenada y no se cae en costes de oportunidad, es decir, en anteponer un objetivo menos importante frente a otros. Esto llevaría a perder tiempo y dinero que no se recuperaría. Este paso es vital para crear un presupuesto ajustado y realista, el cual tendrá que cumplirse y evitar cualquier desviación.
4. Herramientas de medición
El plan debe contar con mecanismos de medición de los resultados y del avance del mismo. Su función es comprobar que se cumple lo esperado, aunque también aparecerán desviaciones o errores. En caso de problemas, gracias a estas herramientas es posible tomar las medidas adecuadas en poco tiempo y de forma efectiva.
Además, contar con métodos de medición fomenta el aprendizaje y la creación de mejores planes en el futuro
Este es un proceso que se retroalimenta, contribuye a obtener buenos resultados y que se realiza de forma continuada. Solo hay que tener en cuenta los indicadores adecuados, revisarlos a fondo y transformar los datos que ofrecen un conocimiento útil que poder aplicar en diferentes estrategias.