Atraer y retener el talento es una de las claves para el desarrollo de negocio. Sobre todo en un tiempo marcado por la innovación en todos los campos, incluido el de recursos humanos.
Saber atraer y retener el talento es, hoy por hoy, imprescindible en un mundo marcado por un entorno muy competitivo y con una velocidad de crucero ciertamente elevada. Precisamente por lo perturbador de este entorno, el talento se ha convertido en el elemento indispensable de la diferenciación y en uno de los auténticos motores de la competitividad y del crecimiento de los nuevos modelos de negocio.
Por ello, contar con el mejor equipo para afrontar los retos que depara el futuro, es una garantía de éxito. Un equipo cohesionado, cuya labor se realice bajo el paraguas de una misma cultura organizativa. Es en este punto en el que cobra relevancia la labor del equipo directivo, que ha de ser capaz, precisamente, de atraer y retener el talento con el que desarrollar su empresa.
EL RETO DE ATRAER Y RETENER EL TALENTO
Según los últimos estudios llevados a cabo en materia de Recursos Humanos, a pesar de vivir uno de los momentos de mayor demanda de empleo, un 45 % de los directivos afirma tener serias dificultades para cubrir sus necesidades de talento. Una cifra que en algunos países se incrementa hasta el 67 % en las grandes empresas.
El problema se centra en el desajuste entre las necesidades de las empresas; unas necesidades que van en aumento en un momento de grandes transformaciones, y las soft skills y hard skills reunidas por los trabajadores.
Pero el talento existe. Está ahí y por ello se ha convertido en el bien más codiciado de las empresas. Atraer y retener el talento, pero además transformarlo, son los objetivos que van a ayudar a garantizar la competitividad.
ATRAER EL TALENTO
Precisamente, atraer el talento pasa necesariamente por sumergirse en nuevos conceptos como el employer branding y el análisis profundo de necesidades y posibilidades. No solo consiste en presentar una perfecta imagen de empresa, sino conocer qué es lo que busca el candidato/a y qué le puede convencer para acercarse y quedarse.
Los nuevos recursos humanos han de contemplar el talento como un comprador y a la empresa, como producto. Deben emplear técnicas de marketing enfocadas a la venta de su modelo y ofrecer a los candidatos aquello que demandan:
- Flexibilidad.
- Rápida adaptación.
- Transparencia.
- Participación.
- Liderazgo colaborativo.
- Remuneraciones competitivas.
- Valoración.
- Formación y desarrollo profesional.
- Beneficios sociales.
Estos son solo algunos de los atractivos que debe manejar la empresa para hacerse con el talento más afín a sus necesidades.
El problema de la atracción del talento radica en que todo el mundo está ofreciendo lo mismo y manejando los mismos factores, valores y argumentos. De esto se derivan las dificultades expresadas por los directivos.
Por ello, es de vital importancia la innovación, manejando medios e ideas nuevas que diferencien a la empresa de sus competidores en esta importante carrera.
RETENER EL TALENTO
En muchas ocasiones, el talento ya existe en el organigrama empresarial, solo hay que cuidarlo y darle las herramientas adecuadas para su total desarrollo. Se trata de construir el talento desde dentro (en lugar de adquirirlo).
Pero, bien sea construido o adquirido, el panorama de escasez se va a prolongar durante mucho tiempo. Esto es debido principalmente a que el vertiginoso ritmo al que avanzan las tecnologías se hace imposible de seguir por los planes de formación convencionales. Es por ello que los sistemas que se aplican actualmente en la formación del nuevo talento caen en la obsolescencia.
Es fundamental, por tanto, conocer el talento de que se dispone para transformarlo y hacerlo evolucionar a través de planes de formación interna que lo capaciten y proporcionen las nuevas habilidades necesarias.
Esta oferta de evolución ya es de por sí un elemento de retención, sobre todo si se apoya en un reenfoque constante, a través del estudio y análisis, de la oferta de aquellos elementos que pueden motivar más al equipo. El objetivo será siempre establecer un fuerte vínculo.
En este sentido, en el libro “7 Razones ocultas por las que los empleados se van”, escrito por Leigh Branham, una de las autoridades más reconocidas a nivel mundial en el mundo de los Recursos Humanos, se señalan 7 motivos que las empresas deben tener en cuenta para retener el talento:
- Expectativas defraudadas.
- Desajuste entre la persona y el puesto.
- Seguimiento y consejos insuficientes al empleado.
- Pocas oportunidades de crecimiento y promoción.
- Sentirse infravalorado o no reconocido.
- Estrés por sobrecarga de trabajo (y desequilibrio entre la vida familiar y laboral).
- Pérdida de confianza en el liderazgo superior.
La atracción, adquisición y retención del talento es el gran reto al que se enfrenta la empresa actual y de futuro. Si no se consigue la innovación en este terreno, el elemento diferenciador más importante frente a la competencia se habrá perdido.