La empresa familiar y su adaptación

La empresa familiar tiene la obligación de adaptarse a la situación actual y para ello debe adaptar su configuración y sus procedimientos a la nueva realidad.

Las empresas familiares, son empresas con una personalidad propia muy fuerte y muy arraigada en la dirección. Animarles y ayudarles a dar el salto para transformar la empresa familiar en empresa profesional es un trabajo que requiere un conocimiento profundo de qué es y qué implica una empresa de estas características.

Para poder encontrar soluciones óptimas para conseguir el objetivo de cambio, se lleva a cabo un análisis previo y profundo desde un punto de vista racional. Un trabajo que realizamos desde IFEDES en el que le acompañamos en cada paso al cliente. “Se trata de mentalizar a todos los miembros de la familia” afirma Juanjo Barceló, consultor de apoyo a la gestión de IFEDES.

Esta mentalización se materializa en un Protocolo Familiar. Un documento con fuerza jurídica que recoge el acuerdo entre todas las partes para dejar clara esa separación de comportamientos y funciones familiares y profesionales. Este documento puede dejarse incluso reconocido en el registro mercantil.

La empresa familiar cuenta, por lo general, con dos ventajas competitivas frente al resto de empresas:

1) Los valores están muy asentados e interiorizados.

2) El nivel de compromiso es alto.

Pero es cierto destacar que también posee puntos débiles que le hacen vulnerable.

El trabajo consultor en empresas familiares implica un alto grado de conocimiento de su tipología y su razón de ser.

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