4 Consejos para lograr sostenibilidad en tu empresa

¿Cómo consigo que mi negocio sea sostenible?

La Gestión por Procesos te ayuda a conseguir que tu negocio sea sostenible. La materialización y mejora de la economía circular en la fabricación

Ser sostenible, sostenibilidad empresarial, desarrollo sostenible…son frases cada vez más familiares para nuestros oídos. Pero, ¿Cómo consigo que mi negocio sea sostenible?

Sencillamente, una empresa sostenible es aquella que tiene en cuenta en todas las etapas de su actividad, y principalmente en las de mayor impacto que son las productivas, aquellas oportunidades, obligaciones y riesgos económicos, sociales y ambientales. Es decir, una empresa sostenible es aquella que muestra un crecimiento económico ético y trasparente, que minimiza el impacto ambiental y respeta la Sociedad en toda su amplitud.

Unido a la concienciación sobre el medio ambiente se extiende y afianza en la sociedad el concepto de economía circular, es decir, no concebir la fabricación como un ente aislado, sino que se tiende a contemplar el impacto del consumo de materias primas y la generación de residuos, es decir, la eficacia y la eficiencia de sus procesos.

 

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Principios básicos de la economía circular para la empresa de hoy en día

 

Precisamente para reducir el impacto negativo de la industrialización, los procesos para una economía circular deben seguir una serie de principios. Estos se basan en estudiar cómo se ejecutan sus etapas paso a paso, para aplicar acciones que permitan reducir, reutilizar o reciclar los recursos necesarios para la obtención del producto final.

En base a los principios de la economía circular, ¿Cómo podemos actuar para hacer un producto cada vez más sostenible?

1.- Disminuyendo el consumo de materias primas

Lo que se pretende es minimizar el consumo de materias primas en los procesos productivos. Esto se puede conseguir de varias maneras: reduciendo la cantidad de materiales necesarios al mínimo imprescindible, sin afectar a alterar las expectativas del cliente, utilizando materias primas cuyos residuos permitan el reciclaje, minimizando el residuo mediante procesos más eficaces y eficiente, o bien que permita su reutilización en este u otros procesos productivos propios o externos.

 

2.- Prolongar la vida útil de los productos

Lo que se busca es reducir la necesidad de consumo constante y huir de la obsolescencia programada. ¿Por qué hay que sustituir ciertos productos todos los años en lugar de mantenerlos, repararlos o mejorarlos?

 

3.- Incorporar la conciencia social en los procesos productivos

Comprender el impacto social que tiene un negocio es tan importante como conocer y limitar el impacto ecológico. Dentro de la economía circular el cómo y por qué son tan importantes como el producto final, por lo que asegurar que las personas que intervienen en los procesos, directa o indirectamente, viven y trabajan con dignidades otro de los pilares fundamentales.

 

4.- Dar solución al producto tras su vida útil

La preocupación por el producto y los procesos no termina cuando este está en manos del cliente. El impacto que genera al final de su vida útil es algo que también debe valorarse. Para ello, se han de pensar alternativas que faciliten su reciclaje o incluso su reutilización.

 

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Claves para aplicar la economía circular en los procesos productivos

 

Para poner en práctica estos principios tenemos que dar  una solución que responda a las tendencias y  que integren dentro de la cultura empresarial. Para conseguirlo, se deben incorporar iniciativas en todos los procesos.

 

  • En la fase de diseño, el producto tiene que ser concebido pensando en las soluciones que aporta, de forma que se definan los nuevos valores que hay que ejecutar en el proceso de fabricación, pero conjugando las expectativas del cliente y su impacto medioambiental. Opciones como materias primas generadas de forma sostenible, minimizar todo lo posible el packaging o pensar en métodos que permitan prolongar su vida útil son algunas de las más populares. Es el momento de la innovación.

 

  • Durante el proceso productivo, se deben tener en cuenta todos los agentes y recursos que intervienen en el mismo, y aplicar los principios anteriormente mencionados. Por ejemplo, utilizar energías renovables para la fabricación, contratar a personal con una formación adecuada y pagarle un sueldo digno, aplicar métodos de mejora continua como el Lean Manufacturing que nos ayude a minimizar los desperdicios en todos sus ámbitos, o establecer políticas adecuadas de reutilización y reciclaje.

 

La correcta ejecución en la fabricación permitirá hacer realidad los nuevos valores del producto definidos en la fase de diseño.

 

  • A la hora de comercializar, algunas políticas importantes que entran dentro de la economía circular pueden ser informar y concienciar al consumidor del impacto medioambiental en su consumo, consiguiendo su compromiso durante la compra, la utilización y la gestión tras su vida útil. Por otro lado, es conveniente incluir iniciativas que busquen reducir el impacto de la actividad económica en la sociedad.

 

En resumen, la economía circular implica comprender que un negocio no solo sucede en un contexto social, sino que existe gracias a este. Por ello, pretende cuidar de él con iniciativas responsables que minimicen los posibles perjuicios, como la contaminación o la distribución desigual de la riqueza.

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